En el mundo solo existen cuatro fiordos tropicales: Golfo de Cariaco, Venezuela; la bahía Darwin, Galápagos; la bahía de Kaoe, Indonesia y el Golfo Dulce en Costa Rica. Estas aguas son tan tranquilas que en un día con poco viento es posible verlas transformadas en un gigantesco espejo que se confunde con el cielo azul. En estas tranquilas aguas de temperatura y profundidad ideal, nadan muchos delfines residentes, ballenas con sus crías, el gigantesco tiburón ballena y una enorme variedad de peces.

Este destino posee grandes extensiones de selva tropical, mismas que han sido protegidas con la creación de diferentes parques nacionales y reservas biológicas, entre ellas el Parque Nacional Piedras Blancas mismo que visitaremos para poder disfrutar de una riqueza incalculable en flora y fauna durante la caminata, además de sus ríos y pozas cristalinas que nos invitarán a darnos un buen chapuzón.

Realizaremos una navegación en el rio Coto y al atardecer disfrutaremos del espectáculo de aves marinas en la desembocadura del rio junto con la pincelada de extraordinarios colores en el cielo.

Complementaremos el viaje con un City Tour, una visita al Mirador y al pueblito de Playa Cacao entrada de la Reserva Zamia, donde seremos testigos de una hermosa vista panorámica del Golfo.

Nos hospedaremos en la Estación Tropical La Gamba, en el límite del Parque Nacional Piedras Blancas, esta estación pertenece a la Universidad de Viena, Austria; dedicada a la investigación y conservación de la biodiversidad en los trópicos, gozando de reconocimiento mundial en recuperación de bosques.